Wikia Mundodisco
Registrarse
Advertisement
Dioses menores

Portada dibujada por Josh Kirby

Dioses menores es la decimotercera novela del Mundodisco de Terry Pratchett. Publicada originalmente en 1992, Pratchett relata el origen del dios Om de Mundodisco y su relación con Brutha, un torpe novicio dotado de una fe enorme, inquebrantable y férrea, así como de una prodigiosa memoria fotográfica.

Esta novela es una obra profundísima y una de las mejores entregas de toda la saga. Y todo esto siendo, a la vez, una de las más serias. Es muy posible que esta sea la novela con la crítica más directa y contundente a nuestro mundo, el de los seres humanos, y a como hacemos que funcione. Este mensaje, escrito en un tono de humor cínico excepcionalmente bien construido, está centrado por completo en las religiones.

En la primera edición de la novela en castellano faltaban algunos párrafos completos, que sí vinieron incluidos en la siguiente edición de bolsillo.

Argumento[]

En el Mundodisco los dioses obtienen poder cuando la gente cree en ellos. Un dios menor es una simple existencia etérea e inofensiva, pero, si está en el lugar y el momento adecuado, puede convertirse en el dios de una sola persona. Conseguir eso es lo difícil. A partir de ahí, el dios obtiene un poder equivalente al número de personas que crean en él.

Brutha, un novicio, ferviente adorador del dios Om, conoce a éste (sí, al propio Om) cuando está atravesando, digamos... unas pequeñas dificultades. Y es que los muchos miles de seguidores del omnianismo han dejado de creer en el dios en sí y han comenzado a creer y temer a la propia estructura de la religión. Eso ha dejado al pobre Om sin apenas poder y atrapado en el cuerpo de una pequeña tortuga. Si no logra mantenerse cerca de Brutha, que es su único creyente real, volverá a ser un dios menor, un mero susurro en el desierto.

Tras esto, Brutha y Om viven una serie de aventuras a través de las cuales podremos conocer una nueva parte del Mundodisco y comprender muchas, muchas cosas.

Tanto la primera parte de la obra como su final transcurren en Omnia. Esta parte está muy bien construida, lo que le da una estructura muy sólida a la novela. La segunda parte de esta tiene lugar en Efebia, un homenaje las polis griegas, con sus distintas escuelas de filósofos y pensadores. Esta es la parte más divertida y, de hecho, me parece magistral el curioso "ateismo" de los filósofos efebios y todas las escenas cómicas que este provoca. La siguiente parte, inmediatamente anterior al retorno a Omnia, transcurre en el desierto. Es buenísima. Esta novela no tiene ningún punto débil.

Temas[]

Como hemos dicho, esta novela trata las religiones. Lo hace desde diferentes ángulos, y esto lo consigue visitando diferentes localizaciones (Efebia, Omnia, Ankh-Morpork) en las que se vive la religiosidad (o la ausencia de esta) de maneras muy diferentes. El monoteísmo es la religión central de la novela y es a la que, con toda la razón del mundo, Pratchett ataca con más saña. Se contrapone a lo largo de todo el libro la manera de ver la religión de Vorbis (otro personaje muy importante en la novela) y la de Brutha. Ambos tienen visiones muy diferentes de la misma religión. Vorbis considera que todo lo que hacen él y su Quisición está bendecido por Om: si el dios no quisiera que actuara así, se lo impediría. Esto le permite dar sentido a las mayores crueldades. En cambio, Brutha tiene una fe absoluta en los rígidos mandamientos del omnianismo y cumple escrupulosamente todos los preceptos. Son los dos aspectos del fanatismo que nos retrata Pratchett.

Otro de los temas tratados es lo relativo de la libertad en las sociedades antiguas. Efebia recrea una democracia al estilo de la antigua Grecia. En ella existen esclavos, pero estos tienen derecho a escaparse un mes al año (para visitar a la familia), tienen los fines de semana libres, deben ser alimentados y cuidados por sus dueños y no pueden ser maltratados, ya que son valiosos. Además, reciben un sueldo con el que pueden comprar su libertad en un período de tiempo razonable. Por contraposición, la esclavitud no existe en Omnia, una teocracia que se impone a base de terror. En ella, los hombres se consideran libres a pesar de vivir limitados, sujetos por reglas férreas y con miedo durante toda su vida.

Otro tema tratado es la política de las sociedades antiguas. Ya hemos hablado del tipo de política que tiene Omnia. Dejaré que el maestro Pratchett nos hable de la política de Efebia:

«Por todo el mundo había gobernantes con títulos como El Exaltado, el Supremo, o el Gran Esto o Lo Otro. Sólo en un pequeño país el gobernante era elegido por el pueblo, el cual podía deponerlo cuando quisiera… y lo llamaban el Tirano.

Los efebianos creían que todo hombre debería tener derecho a voto (siempre que no fuese pobre, extranjero o se considerase que no estaba cualificado para votar por ser un loco, un frívolo o una mujer). Cada cinco años alguien era elegido para ser Tirano, con tal de que pudiera demostrar que era honrado, inteligente, sensato y merecedor de confianza. Inmediatamente después de que hubiese sido elegido, por supuesto, todos se daban cuenta de que aquel hombre estaba loco de atar y no tenía nada en común con el filósofo corriente de la calle que andaba buscando una toalla».

Referencias populares[]

El libro es fuente de discusión entre los aficionados al Mundodisco, ya que no está claro si transcurre 100 años antes de los demás libros o a la vez, a excepción de la última parte, que transcurre un siglo después que el resto del libro. En la novela Ladrón del tiempo se ofrece una especie de explicación al afirmar que, como consecuencia de una fractura en el tejido temporal, en Omnia se unieron dos siglos en uno solo. También hay que mencionar que en Carpe jugulum, en una discusión entre el predicador del omnianismo Poderosamente Avena y la bruja Yaya Ceravieja, se da a entender que los sucesos narrados en Dioses menores tuvieron lugar varias generaciones atrás. Además, en varios de los libros del Mundodisco aparece el agente Visita, un predicador omniano que se ha hecho policía; si los hechos de Dioses menores hubieran ocurrido al mismo tiempo que otros libros de Mundodisco, su presencia habría sido discutible.

Personajes[]

El gran dios Om. Es uno de los dos personajes principales de la novela. Ohmia, el enorme imperio rígidamente monoteísta que lo adora, imparte su doctrina de una manera tan rígida que la gente se limita a llevar a cabo mecánicamente los pormenores del culto, a la vez que tiene un miedo atroz a sus quisidores (La quisición). Lo único que separa al pobre Om (cuernos sagrados) de desaparecer en el olvido es la firme y poderosa fe del joven Brutha, el otro protagonista de la novela. Eso sí, con un solo creyente, el poder del dios es casi inexistente.

En los buenos tiempos, en los viejos tiempos, todo el mundo creía en Om. En esos días, este se aparecía en las formas más impresionantes y hacía las más espectaculares exhibiciones de poder. Esa época quedó atrás, y ahora la gente ya no cree, sino que acepta lo que le imponen y, sobre todo, tiene miedo… es decir, y volviendo a la vida real, como ha sucedido siempre a lo largo de nuestra historia.

Brutha: Comienza siendo un torpe novicio dotado de una fe enorme, inquebrantable y férrea, así como de una prodigiosa memoria fotográfica. A lo largo de la novela, irá creciendo como persona hasta convertirse en el nuevo profeta del dios Om y en el reformador del omnianismo.

Vorbis: Como máximo representante de la Quisición (Un organismo que castiga los actos y los pensamientos de infidelidad al dios Om, a veces incluso antes de que estos tengan lugar), Vorbis es el individuo más poderoso y peligroso de toda Omnia. Además, es un demente y un fanático, aunque aparenta ser una persona con un autocontrol férreo. Como dicen en la novela, ha atravesado la locura para salir por el otro lado. Vorbis es una persona completamente cerrada en sí mismo y en sus objetivos que se cree (y todo el mundo lo cree con él) destinado a ser el próximo profeta del gran dios Om. Todo un personaje, Vorbis. De los más trabajados de Pratchett, lo que es mucho decir.

Simonía: Este sargento del ejército de Omnia es, en realidad, un revolucionario, un furioso ateo y un miembro de la resistencia. Se mantiene muy cerca de Vorbis para poder matarlo él mismo. Cuando conoce a los filósofos de Efebia, se siente muy interesado en las posibilidades prácticas para la guerra de todos los principios mecánicos que han descubierto.

Didáctilos: Un gran filósofo de Efebia y un protagonista muy importante de esta novela.

Lugares[]

Adaptaciones[]

Traducciones[]

Enlaces externos[]

Reseña de Dioses menores por David das Tebras, en el blog Fantasía Celta.

Referencias[]

Plantilla:Listaref

Advertisement